ABC de voleibol sentado: deporte debutante que promete emociones en Parasuramericanos Valledupar 2026 

Se jugará por primera vez en el marco de unos Juegos Parasuramericanos en la cita de Valledupar 2026, evento en el que, del 5 al 9 de julio en el Coliseo Julio Monsalvo Castilla competirán 168 Para atletas, distribuidos en seis equipos masculinos y seis femeninos, que, clasificados por ranking continental, lucharán por las dos medallas que entrega este deporte paralímpico, el cual promete espectáculo, técnica y espíritu de inclusión.

Valledupar, 20 de octubre de 2025, La emoción, la fuerza y la precisión serán protagonistas en el Coliseo Julio Monsalvo Castilla durante los Juegos Parasuramericanos Valledupar 2026, cuando el voleibol sentado haga su debut oficial en el programa deportivo hemisférico, consolidándose como una de las disciplinas más inclusivas y espectaculares del movimiento paralímpico. 

El voleibol sentado combina agilidad, técnica y comunicación en un espacio de 10 por 6 metros, con una red más baja que en el voleibol convencional (1,15 m para hombres y 1,05 m para mujeres). Los equipos están integrados por seis jugadores titulares y seis suplentes, y todos deben mantener contacto permanente con el suelo, lo que convierte cada jugada en un despliegue de reflejos, reacción y trabajo colectivo. El juego se disputa al mejor de cinco sets y gana el primero que alcanza tres, en un espectáculo que exalta el espíritu competitivo e inclusivo del deporte paralímpico. 

Historia de perseverancia y hegemonía 

El voleibol sentado nació en la década de 1950 en Europa y se incorporó al programa paralímpico en Arnhem 1980 (Juegos Paralímpicos disputados en esta ciudad de Países Bajos). Desde entonces, el dominio ha sido compartido entre Irán, que suma ocho oros paralímpicos, y Bosnia y Herzegovina, su gran rival. En París 2024, Irán volvió a coronarse campeón tras derrotar 3-1 a Bosnia, mientras que Egipto completó el podio con el bronce, luego de vencer a Alemania. 

En América, Brasil ha mantenido su hegemonía desde su primera corona en Juegos Parapanamericanos Río 2007 hasta su victoria en Lima 2019, consolidándose como una de las potencias continentales. 

Entre las mujeres, Estados Unidos y China protagonizan una de las rivalidades más emocionantes del deporte paralímpico: ambas disputaron las finales de Tokio 2020 y París 2024, con idéntico resultado a favor de las norteamericanas. El tercer lugar ha sido alternado por Brasil y Canadá, que intercambiaron el bronce en esas dos ediciones, demostrando el crecimiento y la competitividad del continente americano. 

De Lima a Valledupar: el salto hemisférico  

El voleibol sentado es un deporte relativamente nuevo en el circuito continental americano. Aunque se ha jugado con regularidad, desde los Juegos Parapanamericanos de Río 2007, nunca había hecho parte del programa de los Juegos Parasuramericanos, por lo que estuvo ausente en la primera edición de este evento multideportivo disputada el año 2014 en Santiago de Chile. 
Por eso, Valledupar 2026 será el punto de partida de una nueva era, en la que esta disciplina abrirá un espacio para los mejores sextetos de Sudamérica y consolidará el legado del deporte adaptado en la región. 

En el ámbito continental, Brasil ha sido el gran referente del voleibol sentado. Desde su debut parapanamericano descrito, el equipo masculino ha conquistado cuatro títulos consecutivos (Río 2007, Guadalajara 2011, Toronto 2015 y Lima 2019), mientras que el combinado femenino ha estado presente en los podios de Toronto 2015 y Lima 2019, siempre escoltando a Estados Unidos. Esa trayectoria convierte a Brasil en la potencia hemisférica de este deporte, con una historia de consistencia, talento y renovación que ahora buscará extender en el debut parasuramericano de Valledupar 2026. 

Clasificados a partir del escalafón continental, las seis mejores selecciones masculinas y femeninas de Sudamérica, jugaran los partidos en el emblemático Coliseo Julio Monsalvo Castilla, escenario cómodo y accesible que promete una gran experiencia para deportistas y público en general. Durante cinco días de competencia, el Caribe colombiano y todo el hemisferio serán testigo de un espectáculo que combina potencia, precisión y compañerismo. 

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