Valledupar, 16 de octubre de 2025. Ruedas que giran, choques metálicos, gritos de aliento y un balón que cruza el aire con fuerza. En el baloncesto en silla de ruedas, la destreza se mide en segundos y la táctica se despliega sobre una cancha donde la movilidad se redefine. Este deporte, que combina potencia, precisión y estrategia, es uno de los símbolos más visibles del movimiento paralímpico mundial. En Valledupar 2026, la disciplina volverá a ser una de las más vibrantes del programa parasuramericano, con selecciones que representan la máxima expresión del juego en este emocionante deporte.
El baloncesto en silla de ruedas sigue las reglas básicas del baloncesto convencional, con algunas adaptaciones relacionadas con la movilidad y el contacto. Cada equipo se compone de cinco jugadores en cancha y siete suplentes. Los deportistas utilizan sillas especialmente diseñadas, ligeras y con ángulos de ruedas que facilitan los giros rápidos y los cambios de dirección. La cancha mantiene las mismas dimensiones del baloncesto olímpico (28 metros de largo por 15 de ancho) y los aros están a 3,05 metros de altura. El balón es idéntico al tradicional y los partidos constan de cuatro ´cuartos´ de 10 minutos.
Clasificación de los Para atletas
La clasificación funcional de los jugadores se establece según su nivel de movilidad y control de tronco. Se asignan valores de 1.0 (mayor afectación) a 4.5 (menor afectación), y el total de puntos en cancha por equipo no puede superar los 14. Esto garantiza la equidad entre conjuntos con diferentes tipos de discapacidad. Los atletas compiten por puntos, bloquean, driblan y encestan con la misma intensidad y precisión que en el baloncesto convencional, aunque con una coordinación milimétrica de brazos y ruedas.
Este deporte en Valledupar 2026
El baloncesto en silla de ruedas se disputará del 4 al 9 de julio en el Coliseo de Baloncesto de la Unidad Deportiva La Gota Fría, con 144 Para atletas provenientes de 6 países por rama, que competirán por los dos oros del torneo. En los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, Colombia en masculino y Brasil en la rama femenina, lograron colgarse la medalla de bronce, en un evento dominado por selecciones norteamericanas. Cuatro años después, en Santiago 2023 Estados Unidos que ganó todo, venció a Colombia en la final masculina, dejando a esta selección con la presea de plata, mientras que Brasil, repitió la medalla de bronce en el torneo femenino de este evento multideportivo.
El recorrido de este deporte en el contexto parasuramericano comenzó en Santiago 2014, sede de los primeros Juegos Parasuramericanos, donde el baloncesto en silla de ruedas fue una de las disciplinas fundacionales del programa. En aquella ocasión, Argentina copó la escena al ganar de forma invicta en ambas ramas, logrando el primer oro del baloncesto en silla de ruedas de los Juegos Parasuramericanos. Como caso curioso, el anfitrión Chile se llevó las preseas de plata en ambas ramas, mientras que Colombia se colgó el bronce, al igual que los australes. Desde entonces, el nivel competitivo de la región ha crecido sostenidamente, impulsado por programas de desarrollo y ligas nacionales consolidadas.
Proyección competitiva reciente
En los dos últimos mundiales de baloncesto en silla de ruedas, la presencia suramericana confirmó el crecimiento técnico de la región. En el Campeonato Mundial de Dubái 2023, donde Estados Unidos se consagró campeón masculino y los Países Bajos revalidaron el título femenino, las selecciones de Brasil y Argentina alcanzaron posiciones intermedias en la tabla general, consolidando su regularidad competitiva. Recientemente en la Copa América Bogotá 2025, en la rama masculina, la selección Argentina finalizó segunda, detrás de Estados Unidos que se llevó el título, dejando al país anfitrión (Colombia) con el tercer lugar y a estas tres selecciones clasificadas de forma directa al Mundial de Baloncesto en Silla de Ruedas Ottawa 2026 (Canadá). Entre tanto, en el femenino, nuevamente USA mostró su poderío al llevarse el título, mientras que Brasil y Argentina se llevaron las preseas de plata y bronce, además de la clasificación directa al Mundial 2026 (Canadá). Estos resultados anticipan una disputa hemisférico de alto nivel en Valledupar 2026, con equipos que llegan en franco ascenso técnico y con renovadas aspiraciones de podio.
El baloncesto en silla de ruedas es, ante todo, una muestra de sincronía y resiliencia. Cada jugada combina fuerza, velocidad y pensamiento táctico. Cada canasta es el resultado de una coreografía precisa de sillas y brazos que demuestra que, más allá de las limitaciones físicas, el talento y la pasión siempre encuentran el camino al aro.
